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¿Cuáles son las opciones para los embriones no transferidos?

Si estás pensando en recurrir a la fecundación asistida, ya sabrás que la transferencia de embriones es un proceso absolutamente indoloro y que se realiza sin anestesia.

 De hecho, lo más molesto del procedimiento es la colocación del espéculo, que se sitúa en el mismo lugar que usan los ginecólogos para realizar algunas pruebas, como la citología. Esta técnica se realiza con embriones fecundados en laboratorios. Por lo general, se fecunda más de un óvulo, lo que puede resultar, cuando la transferencia tiene éxito, en embriones no transferidos. ¿Qué ocurre con ellos? De eso te hablamos a continuación. 

Conservación de los embriones no transferidos

Lo que ocurre cuando hay embriones sobrantes es que estos se vitrifican o congelan para poder usarlos posteriormente. Aunque el procedimiento solo se aplica a los embriones de mejor calidad; esto es, los más susceptible de llegar a buen término en caso de uso posterior.

En España, la ley prohíbe la destrucción de los embriones hasta el momento en que termine la edad fértil de la mujer. Por eso es importante saber cuáles son las opciones de las que dispones si ya no quieres tener más hijos. 

La legislación aplicable a los embriones no transferidos

La legislación española es muy protectora con los embriones no transferidos. Por eso, su uso posterior está regulado con detalle, tanto en cuanto a su finalidad, como en cuanto al consentimiento y los requisitos.

Según la ley vigente en  España, los embriones no transferidos pueden enfrentarse a cualquiera de estos destinos:

  1. Uso propio: en caso de parejas heterosexuales, por la mujer. En caso de parejas homosexuales, por cualquiera de los cónyuges. No hay una fecha límite para usar el embrión, más allá del plazo de su conservación.
  2. Donación: la misma tiene que tener fines reproductivos. Es decir, que los embriones no transferidos se pueden donar a otras parejas para que tengan hijos. En este caso existe un requisito extra: que la mujer que donó los óvulos tenga menos de 35 años.
  3. Donación para investigación: en este caso la edad de la donante de óvulos no es relevante, pero existen otros requisitos que sí lo son. En primer lugar, el consentimiento de la pareja o de la mujer, que debe referirse a un proyecto concreto. No se puede consentir para la investigación en general. En segundo lugar, que ese proyecto concreto haya sido autorizado por los órganos competentes, que deberán emitir un informe favorable a presentar ante las autoridades sanitarias.
  4. Cese de la conservación del embrión. Se da cuando finaliza el plazo máximo de conservación de los embriones; o lo que es lo mismo, cuando la mujer ha perdido la capacidad de gestar, bien porque ha llegado el fin de su periodo reproductivo o bien por motivos médicos.

Para que cualquiera de estas opciones sea viable, es imprescindible que el consentimiento de los pacientes conste de manera expresa. En muchas ocasiones, los centros exigen que el consentimiento para el uso de los embriones no transferidos se renueve anualmente. 

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