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¿Es normal tener dolor en las relaciones durante el postparto?

El dolor o las molestias en las relaciones sexuales durante el postparto se consideran, demasiadas veces, habituales o incluso normales, pero no debemos normalizar el dolor. Al retomar las relaciones, en la fase de postparto reciente, no deberíamos tener dolor. Las relaciones deben ser agradables e indoloras para poder estar relajada y permitir el orgasmo. Al dolor durante o después de las relaciones sexuales, sobre todo en el momento de la penetración, se le conoce como DISPAREUNIA y tiene tratamiento.

Síntomas de la dispareunia

El dolor se puede manifestar en la región pélvica, en la región vaginal o en el bajo vientre. A menudo se acompaña de sensación de tirantez, escozor y/o irritación durante o después de la relación. También puede darse hipersensibilidad al tacto o zonas de hiposensibilidad, en especial si hay cicatrices.

Puede darse por la colocación de un tampón o copa, un dedo, un vibrador o durante el coito con penetración. 

 

Tipos de dispareunia o dolor en las relaciones

Depende de la localización del dolor durante las relaciones podemos clasificar la dispareunia en 3 tipos:

  • Superficial: es un dolor que se localiza en la entrada de la vagina, y suele darse por cicatrices en esta zona o por hipertonía (exceso de tensión) de la musculatura del suelo pélvico.

  • Media o vulvo-vaginal: es un dolor más bien de la mucosa, que se siente a lo largo del conducto vaginal y se suele asociar a tirantez y sensación de “lija”.

  • Profunda: el dolor se manifiesta durante la penetración profunda, con una sensación de tope y a veces de dolor que irradia hacia al pubis, el bajo vientre o la pelvis.

     

Causas del dolor en las relaciones sexuales

Las causas son muy diversas pero las más comunes son:

  • Exceso de tensión de la musculatura del suelo pélvico: la musculatura superficial (la de la entrada de la vagina) se cierra, se tensa y no cede al estiramiento al intentar penetrar. Otras veces es la musculatura profunda de la pelvis que se tensa. Se conoce como hipertonía o incluso contractura del suelo pélvico.

  • Exceso de tensión de los músculos rotadores de la cadera, conocidos como pelvitrocantéreos, principalmente el piramidal y el obturador. 

  • Debido a la episiotomía o desgarros: el corte de la musculatura que se realiza a menudo en el parto vaginal (episiotomía) o los desgarros que pueden producirse de forma espontánea, al cicatrizar a menudo dejan el tejido hipersensible y/o con adherencias. Ambas cosas provocaran dolor al tocar que aumentará durante la penetración sino se trata.

  • Irritación de la mucosa vaginal: porque la mucosa se adelgaza o le falta nutrición e hidratación.

  • Debido a una cesárea: en la cirugía abdominal se genera una congestión pélvica. Los tejidos del bajo vientre y del útero se seccionan y después pueden aparecer adherencias entre las distintas capas de tejidos. Esto imposibilita que se deslicen unas sobre otras normalmente y la zona de la cesárea se queda retraída, inclusive el útero puede quedar un poco más tenso o duro. Como consecuencia, la musculatura del bajo vientre y del suelo pélvico se queda tensa provocando dolor durante la penetración profunda.  

Existe la creencia de que las cesáreas no provocan dolor durante las relaciones sexuales, pero, de hecho, la prevalencia de dispareunia en cesáreas es parecida a la de los partos vaginales.

  • Endometriosis u otras enfermedades parecidas: también generan adherencias en las vísceras pélvicas y congestión pélvica.

  • Menstruación muy dolorosa: puesto que genera tensión en el útero y en el cuello del útero.

  • Cambios hormonales: en el postparto la ausencia de la regla y la aparición de las hormonas de lactancia provocan más sequedad vaginal y menos apetencia sexual. Tómate tu tiempo y háblalo con tu pareja. 

  • Déficit de educación sexual: desafortunadamente la falta de consciencia y de información que tenemos sobre nuestra esfera pélvica y sexual a veces hacen que nosotras mismas, o nuestra pareja, no sepamos cómo abordar las molestias, cómo actuar con más delicadeza o cómo respetar los tempos de excitación. Infórmate y acude a una fisioterapeuta especializada en suelo pélvico y fisiosexología si tienes dudas.

 

¿Qué puedo hacer para tratar y evitar las molestias en las relaciones? 

En primer lugar, evitaremos la penetración de forma temporal para evitar repetir el estímulo del dolor y que éste se cronifique. Se recomienda tener relaciones sexuales, pero con estímulo clitoriano (sin penetración), para activar otros receptores que no sean los del dolor, y así romper el círculo vicioso del dolor en las relaciones.

Es importante acudir a un/a fisioterapeuta especializado/a en suelo pélvico y fisiosexología. Te hará una valoración de la pelvis y de la musculatura abdominal, glútea y perineal para determinar qué músculos están tensos o hipertónicos, y te explicará el plan de tratamiento personalizado a seguir para dejar atrás el dolor.

El/la fisioterapeuta especializado/a aplicará los tratamientos necesarios para mejorar la dispareunia: 

  • Terapia manual: masaje perineal, masajes externos en los glúteos, donde están los pelvitrocantéreos, y en la musculatura pélvica para ayudar a relajarla, etc. 

  • Terapia vibratoria para relajar y masajear los músculos contracturados del suelo pélvico 

  • Tecarterapia o radiofrecuencia. Este tratamiento genera un calor profundo que relaja la musculatura, la oxigena y activa el colágeno de forma que se liberan las adherencias de cicatrices de la cesárea o episiotomía. 

  • Nos enseñarán ejercicios de movilización de la pelvis: de pie, a cuatro patas o sentadas en una pelota, y estiramientos de glúteos y piramidal para realizar en casa. Es muy importante evitar cruzar las piernas para no tensar más la musculatura pelvitrocantérea o del suelo pélvico. 

También es importante hacer un trabajo de consciencia corporal: observar nuestra región genital con un espejo en casa, puesto que nos ayudará a conectar con esta zona y tomar consciencia de ella. Entrenar la contracción y relajación del suelo pélvico nos ayudará a sentir qué es tener la región perineal suelta, relajada y sin estado de pre-alarma.  Si nos cuesta identificar los movimientos, podemos empezar este trabajo en la consulta con el/la fisioterapeuta especializado/a.

Cuando estemos mejor, probaremos de nuevo la penetración, pero siempre estando relajadas y sin presión mental. Es importante estar suficientemente excitada antes de probarlo de nuevo. 

En último lugar, es importante mejorar la hidratación de la mucosa vaginal. La lubricación es diferente a la hidratación. Usar un lubricante es solo para el momento de las relaciones sexuales (que también nos puede ayudar si hay molestias), pero la hidratación es el tratamiento de base, lo que va a nutrir la mucosa. Para hidratarla, antes de acostarse, 2 o 3 veces por semana, aplicaremos internamente alguna crema hidrante específica intravaginal de farmacia. También suele ir muy bien aplicar algún aceite rico en vitamina E, como el aceite de espino amarillo, aceite de coco o aceite de almendras dulces 100 % natural y eco.

 

Núria Caballé Ibáñez

Fisioterapeuta Col. 3886

Especialista en fisioterapia abdminopelviperineal