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Los beneficios del masaje perineal durante el embarazo

El masaje perineal es un tratamiento preventivo y de toma de consciencia para la embarazada. El fisioterapeuta especialista en suelo pélvico es el profesional sanitario que debe mostrar y guiar cómo realizar el masaje de forma correcta y segura para la mujer en el último período del embarazo.

Beneficios del masaje perineal

El objetivo del masaje es tomar consciencia de la musculatura perineal. Conocer mejor la musculatura ayudará a la embarazada a conectar más con el canal del parto y a ser más consciente de cómo relajar esa región. Además, ayuda a elastificar los tejidos perineales, como el suelo pélvico y la fascia endopélvica, evitando desgarros masivos en el momento del parto. En consecuencia, nos puede ayudar a tener una mejor recuperación postparto, con menos puntos de sutura, menos incomodidad o dolor en la región perineal.

Dónde y por qué se realiza el masaje perineal

La mayoría de las mujeres no conocen el suelo pélvico hasta que están embarazadas. El suelo pélvico es un conjunto de músculos que tapizan la pelvis por abajo, hacen de tapa de la pelvis. Se encargan del sostén de las vísceras pélvicas y de la continencia urinaria, fecal y de gases. También tiene la función de permitir la salida del bebé en el nacimiento gracias a su capacidad de elongación. Este estiramiento se produce concretamente en la fase final del parto, en el expulsivo. El suelo pélvico va de un isquion al otro y del pubis al coxis, es una musculatura mucho más extensa de lo que se suele pensar. Por tanto, en el último plano del expulsivo es importante que esta musculatura sea elástica y fuerte para permitir y ayudar a la salida del bebé.

Por este motivo, la evidencia científica (Revisión sistemática de Cochrane de M. Beckmann y O. M. Stock (2013). Masaje perineal prenatal para reducir el trauma perineal.) nos indica que realizar el masaje perineal al final del embarazo ayuda a una mayor elasticidad del suelo pélvico. Es decir, prepara la musculatura para el día del parto, siempre que dicho masaje se realice de forma correcta, regular y supervisado por una fisioterapeuta. De esta forma puede contribuir a un menor riesgo de grandes desgarros perineales y puede reducir la probabilidad de episiotomía.

 La aplicación de episiotomía depende de muchos factores aparte del masaje perineal. Por ejemplo, influirá el profesional que nos atienda, el protocolo de parto de cada hospital, incluso cómo se esté desarrollando el nacimiento del bebé. Según la OMS la episiotomía debería realizarse entre un 25-35 % de los partos. Aunque en nuestro país está cifra es bastante mayor, cada vez se intenta hacer un uso más restrictivo de ella.

¿Cuándo realizar el masaje perineal?

El masaje perineal se realiza a partir de la semana 32 del embarazo, y como muy tarde a partir de la 34. Se realizará en días alternos durante 5 min. Será aplicado por la propia embarazada (con el dedo pulgar) o por su pareja o fisioterapeuta (con el dedo índice). 

Contraindicaciones 

Las contraindicaciones absolutas son: amenaza de parto prematuro o si la embarazada está guardando reposo. Tampoco se podrá aplicar si la mujer sufre de Bartholinitis o tiene varices vulvares importantes.

Las contraindicaciones relativas son: infección vaginal o urinaria. No se podrá retomar el masaje hasta que la misma haya sido tratada y remitida.

Indicaciones

El masaje perineal está indicado en todas las embarazadas, aunque la evidencia científica confirma que es más efectivo en un primer embarazo, ya que los tejidos perineales no tienen ninguna lesión previa. También estará especialmente indicado si la pareja, en su plan de parto, ha previsto realizar un parto respetado y/o con la mínima medicalización posible.

¿Cómo hacerlo?

Si la embarazada decide hacerse el masaje a sí misma adoptará una postura cómoda con la que pueda llegar a tocar el suelo pélvico. Se recomienda hacerlo sentada en el extremo de la cama o sentada en el váter o bidé. También puede hacerse de pie, levantado una pierna y apoyándola sobre una silla. 

Si el masaje lo realiza la pareja o el fisioterapeuta, la embarazada se colocará tumbada boca arriba con las piernas dobladas.

El masaje perineal debe realizarse a unos 3-4 cm por dentro de la vagina, ya que en los laterales de esta es dónde localizamos la musculatura del suelo pélvico.

El masaje consta de 2 maniobras: una maniobra de vaivén y otra de presiones. Para una correcta aplicación es importante realizar una valoración previa del suelo pélvico  con una fisioterapeuta especializada, dónde se descartará que no haya contraindicaciones y se mostrará detalladamente cómo aplicarlo a la gestante y su pareja. 

Esta visita previa con la fisioterapeuta se recomienda realizarla entre la semana 30 y34 del embarazo. En ella, la fisioterapeuta le aplicará el masaje a la embarazada enseñándole todos los pasos, de forma que no sea doloroso y con el fin de que se sienta segura haciéndolo luego en su domicilio. Así la futura madre y su pareja podrán ver cómo hacer el masaje perineal, sentir el grado de presión, el grado de estiramiento, etc. La figura de la fisioterapeuta será importante para hacer un seguimiento del suelo pélvico durante el embarazo y para resolver las dudas que tenga la pareja a lo largo de las semanas en que aplicarán el masaje perineal en casa hasta el día del parto.

 

Núria Caballé Ibáñez
Fisioterapeuta Col. 3886
Especialista en Suelo Pélvico